Día 37

Pensaba que no había nada peor que estar sin tele en casa, pero he descubierto que si lo hay. Estamos en alerta roja por fuertes nevadas en Springfield, nadie puede salir de casa y los niños tampoco pueden ir al colegio. Encerrado en casa con el perro, el gato, Marge y los niños... ¡y encima sin tele! Este va a ser mi fin...

¡Oh destino cruel! ¿Por qué todo lo malo me tiene que pasar a mi Dios? ¿Es por aquel día que me comí la leche y las galletas de la ofrenda que te hice? Siempre supe que eras muy rencoroso...

Aunque pensándolo mejor no todo es malo, puedo librarme del curro un par de semanas más... Pero tendré que buscar algo para hacer durante todo el tiempo libre. Lisa me ha sugerido que lea un libro, pero yo creo que eso empeoraría las cosas. No sé, creo que aún no estoy tan desesperado...